Cartelización de la contratación pública II

No son todos los que están… ni están todos lo que son Las  recientes actuaciones dentro de  las investigaciones adelantadas tanto por la Procuraduría General como por el Consejo de Estado –dentro de la pérdida de investidura que promovemos contra el ex representante Germán Olano-  respecto a la cartelización de la contratación en la capital del país dejan al descubierto un entramado más complejo de la guerra de carteles donde no son todos los que están ni están todos lo que son. En este proceso el Procurador  decidió señalar fecha para las pruebas justo un día  antes de que se supieran las fechas de pruebas en el Consejo de Estado, haciéndose a un protagonismo quizás innecesario, pero en cualquier caso válido. Hasta ahora se ha planteado una confrontación abierta entre el que llamaríamos Grupo –quizás mejor cartel- Nule y  el contratista  Emilio Tapia, quien resultaría ser quien gestionaba y captaba las mordidas de los Moreno. Va quedando claro al tenor de lo expresado por testigos múltiples: Que las reuniones del contralor distrital Miguel Angel Moralesrussi no se reducen a  un desayuno “en pleno domingo”- que al parecer la concejal Ángela Benedetti había tratado de concertar a lo largo de un mes-. Que  allí se habría pasado el santo y seña; esto es, el nombre de Germán Olano como el enlace entre los Nule y  Moralesrussi “justo cuando ella se levantó de la mesa”, ¡qué coincidencia! Que todo fue a sus espaldas.  Con  este argumento  se apoya la Procuraduría  para afirmar que  no halla mérito para investigar a Benedetti.  ¿No será una apresurada determinación del ente de control, cuando este episodio apenas comienza a esclarecerse? Otros hechos también  dejan mucho que pensar, como la presunta reunión en un hotel de propiedad de un alto funcionario de la Contraloría Distrital.  Hotel que al parecer el funcionario vendió  muy por debajo de su  precio comercial,  casualmente justo después de abrirse  la investigación. No se entiende por qué  tanta prisa… ¿sería que este era el epicentro de encuentros secretos del control fiscal?  ¿sería esta la oficina alterna? Dos reuniones más entre Moralesrussi y Alvaro Dávila, ex abogado de los  Nule,  se habrían realizado al parecer en el mismo despacho del Contralor. Una  de  estas  aparece en los registros de la institución… donde según el Contralor Moralesrussi también hubo exigencias de dinero por parte de Dávila.  Argumento que negó en la audiencia esta semana el ex abogado de los Nule, quien debió ser conducido por la  policía a este interrogatorio. Lo que sí esta claro es que Miguel Nule era amigo personal de Germán Olano, a quien le había financiado otras campañas. Entre ellos habían  sostenido cerca de doce reuniones para definir lo de las “mordidas” por 2.200 millones de pesos, en un miti-miti con el contralor Moralesrussi, mitad para uno y mitad para el otro. Y frente al chantaje le ponen la grabadora a Olano, obviamente su pobre argumento de defensa sobre la ilegalidad de la grabación cae como coco y catapulta  su indefendible propuesta. Llama la atención que Olano y Miguel Nule  se confiesan amigos entrañables. ¡Con amigos así… para que enemigos…! Otras  preguntas, entre muchas que surgen sobre este proceso son  ¿Por qué esta tan lenta la Fiscalía General? ¿Por qué no se ha citado a indagatoria al abogado Alvaro Dávila que asistió a varias reuniones donde se pidió dinero?, ¿Por qué el Consejo Superior de la Judicatura y la Fiscalía no lo han vinculado formalmente? ¿Por qué los Nule siguen afuera? ¿Por qué otros contratistas que participan de la guerra de carteles y cartelitos no están siendo procesados? ¿Dónde esta la responsabilidad de otros servidores públicos que a nivel directivo y asesor se prestaron para la captura de la contratación en el Distrito?  Y en especial, qué pasó con los señalamientos directos hechos por los Nule contra el anterior gobierno nacional, y su Ministro de Obras por dos períodos presidenciales continuos, escenario donde primero se nacionalizó tal cartel de la contratación pública?