Vicky Neumann presenta desde el próximo jueves 8 de marzo su exposición Picnic donde el trasfondo de la propuesta es la obra del impresionista Édouard Manet (Francia 1883- 1888) y su obra Le déjeuner sur l’ herb que, para los especialistas no es desayuno sino que lo interpretan como un almuerzo campestre en los bosques franceses de Argenteiul , cuadro que se encuentra en el Museo d 'Orsay, en París y como lo muestra la bañista desnuda en la parte de atrás, Monet se imaginó la composición a las orillas del Sena. Por eso el título de esta exposición Picnic, por un lado, nos deshace de todas las circunstancias de las horas del día cuando se pintó el cuadro dentro del movimiento donde hace apogeo al aire libre como una nueva forma de pintar la manera de interpretar las cosas con el cambio de la luz. Manet se encierra en una luz frontal permanente y, nos confunde con el clima. Manet le cambió los principios del Realismo que comenzó impulsado por Napoleón III, en el Salón de los Rechazados. Contra la corriente Realista, el nuevo movimiento de la pintura, quería ser más democrática. Y volviendo a nuestro título, que explica mucho de la exposición, ahora el acento es un ritual norteamericano casi cotidiano, donde hay lugares para hacerlo, un picnic.

Vicky Neumann nació en Barranquilla en 1963 y recibió su educación profesional en Estados Unidos. Sin duda para su edad, el expresionismo abstracto era una remota referencia pictórica que ella retomó con libertad y pintaba muy agarrada a la abstracción, ruidos y manchas de gestos mantenidos, y expresivos. Una bella obra que trata de asimilar las historias pasadas. Las historias contadas, las otras formas de ver lo mismo. Ya las pinturas realizadas en 1986, aparece en su trabajo lo figurativo como un remitente o, como un argumento textual a su expresión visual.
En esta nueva serie el argumento pictórico textual encierra a su expresión pictórica, porque retoma el mundo desde unos de los cuadros más bellos del Impresionismo que fue pintado y rechazado por el Salón de Artistas de 1863. Con todo el contexto del cuadro, Neumann retoma esa modernidad propuesta que ya tienen 249 años de historia, para sobreponer y alterar los mismos supuestos de Manet, con Le déjeuner sur l’ herb (Desayuno sobre la hierba) que fue una obra revolucionaria porque cambió muchos de los esquemas de la Academia del Movimiento Realista francés.

Manet, un francés que pintó con el más bello acento de la pintura española, en este cuadro reinventa al desnudo femenino en el paisaje, junto al retrato de dos hombres muy bien vestidos que -no parecen percatarse de la extraña circunstancia- y los retratados que son sus familiares, siguen su conversación. Mientras en el centro del cuadro aparece una mujer que nos mira de frente. Como también lo hizo en su bello cuadro de la Olimpia que viene de La Venus de Tiziano.
El cuadro rompe con la importancia de los planos, cambia la idea de la luz y nos confunde en la arbitraria idea de la composición. A esta corta síntesis, Vicky Neumann lo utiliza como pretexto para alterar de nuevo, en nuestro siglo. Otra forma de ver la perspectiva pero creyendo en la pintura.
