Richard Aguilar, de 33 años, es gobernador de Santander. Su hermano, de 37, es senador (Nerthink Mauricio). Los dos fueron elegidos con los votos de su padre, el coronel Aguilar, hoy en la cárcel por paramilitarismo, después de desempeñarse también como gobernador, tras haber disparado –en calidad de policía- el último tiro contra el temido Pablo Escobar.
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- “Se me endilga el apellido Aguilar y se me ataca por ser hijo de quien soy, pero no analizan mi gobierno”, se defiende.
"Qué tal (añade) que le impidieran trabajar a León Valencia por ser exguerrillero, o a Navarro Wolf por haber sido militante y guerrero del M-19".
Quizá por sus largos años en Estados Unidos (ostenta un máster en Georgetow y University of Pensilvania) no maneja muy bien el español, me quedó claro en la entrevista que le hice en Todelar, a propósito del lanzamiento de su libro “El hijo de la guerra”.
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- “Le repito. Es un apellido que no me pueden indilgar (sic), y es un apellido que con toda franqueza le hablo al país porque el que cuenta acá su historia es Richard Aguilar. Es fácil hablar pero es difícil darse el tiempo de conocer.
Yo no puedo nunca desmeritar (sic) ni hablar mal de mi padre porque mi padre es mi padre, y seguirá siendo mi padre. Una cosa es Hugo Aguilar y una cosa es Richard Aguilar, y por eso vengo hoy no solamente como un gobernador de un departamento tan pujante como Santander sino como un hijo de la guerra por mis vivencias.
Estuve privado de muchas cosas en mi infancia, de sentir el peor, valga la redundancia, el peor sentimiento que uno puede sentir es tener un hermano o un familiar secuestrado, hay una gran impotencia, lo seguimos padeciendo aquí en Colombia. Y no quiero más hijos de la guerra en Colombia. Viví en carne propia el conflicto.
Tenía un escolta que me cuidaba, era bueno porque chicaneaba con mis compañeros para que no me la montaran pero cuando lo asesinaron, casi tres meses antes de lo de Pablo Escobar, ahí me di cuenta que mi sueño de ser policía -porque yo quería ser policía- se fue desvaneciendo. No quería ver a mi madre llorar, yo no quiero ver a mis hijos llorar y por eso me fui por la rama de las leyes y de la justicia".
¿Su padre dónde está detenido?
Está en San Gil, Santander.
Es un privilegio, en su tierra, cerca de los suyos, buen clima…
Sí, allá mucho mejor que en el frío acá de Bogotá.
¿A cuántos años fue condenado?
A él lo condenaron a nueve años y ocho meses si no estoy mal, un poco más allá de los nueve años.
¿Cuándo podría salir?
No sabría decirte.
¿Por qué se cree hijo de la guerra?
Lo he dicho, soy hijo de un expolicía, un hermano fue secuestrado, paramilitares mataron a unos familiares, un tío, dos primos de mi padre, y empiezo a contar mis vivencias ahora que quiere Colombia lograr la paz.
Vemos un país polarizado, atrincherado en sufrimientos, en posiciones personales que llevan al camino de ataduras hacia los odios, hacia una mentalidad a veces mezquina y no una mentalidad objetiva.
Quiero mandar un mensaje de reconciliación, un mensaje constructivo, para convertirnos en gestores de paz.
Aún no tengo hijos pero no quiero que crezcan en este ambiente hostil. Lo he vivido, aprendí a montar bicicleta en un sótano debido a las persecuciones que tenían contra mi padre. En mi infancia me vi privado de muchas cosas que un niño de esa edad quisiera hacer, y la situación ahora -aunque hemos mejorado- no es diferente, sobre todo para los hijos de policías y soldados.
¿Cuál es la situación concreta relacionada con su padre, en la cárcel por paramilitarismo?
Lo veo como un drama familiar que no se lo deseo a nadie, y por eso cuento mi historia. Es importante que sepan cuáles son las vivencias que he tenido, y no solamente vivencias.
Comienzo escribiendo este libro cuando era cónsul general de Colombia en Chile. Invito a que todos cuenten su historia porque todos, directa o indirectamente, tienen algo que contar, para que dejemos esa polarización y mantengamos un discurso más constructivo en pro de lo que queremos que es el bien supremo que es el bienestar de Colombia.
¿Cómo es que su papá, señalado como héroe por haber matado a Pablo Escobar, termina después de paramilitar, según la justicia colombiana?
Los complejos vericuetos de esta vida. En el libro narro esa vivencia, la narro desde la perspectiva de un hijo, del dolor que puede sentir una familia, y confiado de esa inocencia de un padre. Lo reitero, es un drama familiar. Pero nada me impide contar mi historia y tener tener la autoridad de contar mis vivencias.
¿Por qué su padre se convierte en paramilitar?
Estaba haciendo la campaña y me acababa de echar un discurso. Me entra la llamada de mi padre, donde él manifiesta que fue capturado. Voy a la Fiscalía, lo abrazo, y él me dice algo que tengo pleno convencimiento actualmente: "Hijo, yo lo único que he hecho es servirle a esta patria y servirle a este departamento".
¿Cómo llega a la gobernación y su hermano al Senado sin el emporio de su padre paramilitar, según la justicia?
En la campaña me desmeritaban (sic) por mi cara y por mi juventud. Pero empecé a solicitarle el apoyo a todos los santandereanos y obtuve una mayoría abrumadora, un 56 por ciento, casi 169 mil votos de diferencia.
Le gané a Fernando Cote Peña, experimentado y maduro. Saqué a relucir mis fortalezas académicas. Soy abogado especialista en derecho comercial y financiero, logré educarme donde se han educado expresidentes como Bill Clinton, como la presidente de Costa Rica, Laura Chinchilla, el actual príncipe, perdón, Rey de España, Felipe de Borbón, en la Universidad de Georgetown.
Tuve esa gran oportunidad, esa gran fortuna de capacitarme, de ilustrarme como un líder, porque lo primero que me inculcaban en la Universidad de Georgetown era, ustedes vienen a ser son líderes, líderes en comercio, líderes en bufettes de abogados, líderes en política.
¿Y cree que ganó la gobernación por esos títulos académicos?
Muchos pudieron votar, por supuesto, por un reconocimiento que pueden tener por mi padre. Mi padre fue un gobernador que terminó con un 92 por ciento de popularidad, pero la campaña la lideró un joven llamado Richard Aguilar, y se generó un gran afecto y una campaña con mucho fervor.
¿Cómo el país lo acepta, y Santander lo elige sabiendo los vínculos paramilitares de su padre?
Como gobernador he logrado la mayor inversión histórica en el departamento, y tengo, y lo digo con mucha humildad y sencillez, el reconocimiento y la popularidad en Santander. Me reconocen como uno de los gobernadores más populares de Colombia, ratificado por una encuesta en CM&.
¿En qué partido ha militado?
Me inscribí por firmas. Se recogieron 123 mil firmas y me inscribí por el movimiento “Santander en serio”.
¿Y qué pasó con el partido de su padre?
Mi padre cuando fue gobernador militó en Convergencia Ciudadana, actual Opción Ciudadana si no estoy mal.
¿Y por quién votó en las últimas presidenciales?
Recuerde muy bien que el voto es secreto.
El Gobernador de Santander y su padre paramilitar
Mar, 09/12/2014 - 11:39
Richard Aguilar, de 33 años, es gobernador de Santander. Su hermano, de 37, es senador (Nerthink Mauricio). Los dos fueron elegidos con los votos de su padre, el