El nuevo ministro del Interior, Aurelio Iragorri Valencia (quien viene de la Secretaría General de Palacio), niega que este gobierno se haya especializado en esparcir “la mermelada” de puestos y contratos para mantener la unidad nacional. El término es nuevo en la política nacional y reemplaza lo que por años se denominó “aceitar la maquinaria”.
La palabreja la puso a rodar el entonces ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, en la discusión del nuevo proyecto de regalías. Dijo él que “esta es la mejor manera de distribuir la mermelada sobre toda la tostada”.
Sobre el reparto de favores del gobierno, siempre se ha dicho que en la Secretaría General funciona un computador, donde se llevan las cuentas de “atenciones” entregadas a los congresistas, para efectos de garantizar el apoyo político a las iniciativas del ejecutivo.
-“Yo el computador de palacio no lo vi. A mí siempre me dijeron que existía, pero en el empalme nunca me lo entregaron”, dice Iragorri.
Sin embargo, Iragorri admite que carga un iPad con el que ha tratado las relaciones con el congreso, “sólo para relacionar proyectos y tareas, nada más”. Fue viceministro de Vargas Lleras (Interior) y también viceministro de Participación Ciudadana. Tuvo siete puestos en el gobierno de Santos, antes de ponerse “la camiseta 8”, de contención y ataque, según él.
¿Entonces ese tal computador, que relaciona puestos, embajadas y contratos no existe?
Primero quítele la palabra ‘tal’, que de pronto alguien se pone bravo. El computador no existe y tampoco la mermelada.
¿Le cogieron miedo en el gobierno a la palabra ‘tal’, que utilizó el presidente para provocar la ira campesina?
El presidente hizo una afirmación que era cierta, pero dio un papayazo y se vio obligado a presentar disculpas. Lo que él estaba diciendo es que en ese momento el paro nacional agrario no existía. El 97 % de las vías de Colombia no tenían ningún tipo de afectación y de los departamentos de Colombia, 26 no tenían ningún tipo de protesta. Muchos lo interpretaron como que estaba desconociendo –que no era así– la gran protesta que estaban realizando los campesinos.
A nosotros nos explotó la olla express, pero los problemas que estaban en esa olla vienen de años y años atrás y eso es responsabilidad de todos los gobiernos. Cuando uno va a las regiones ve que los tienen aguantando hambre. Hay que tomar unas decisiones de choque para solucionar sus problemas inmediatos.
Usted es hijo del senador Iragorri, de la vieja estirpe clientelista nacional. Me imagino que está familiarizado con el tema de conseguir puestos…
Me parezco a mi papá en que mi mamá cometió el error de ponernos el mismo nombre, que no tienen diminutivo pero sí las mismas vocales del murciélago.
Me parezco en el nombre y en el apellido y me parezco mucho en la intensidad de su trabajo y la dedicación a su pueblo. A sus 76 años, sigue –sin parar, como lo ha hecho siempre- tratando de solventar y solucionar los problemas de los más humildes. Él se levanta desde las 4 de la mañana para irse con un líder a gestionar un trámite.
Mi papá, como muchos políticos, es un mensajero con título. Se ha dedicado toda la vida a recibir a la gente de la región, para acompañarla a realizar una vuelta en el sector oficial. Puede significar muy poco, pero quizá es determinante para mejorar las condiciones de un pueblo.
¿Políticamente usted cómo se define?
Como un hombre de provincia. Soy del Partido de La U, de origen liberal, participé en campañas presidenciales anteriores, las dos primeras del candidato Serpa, donde quedamos de subcampeones. No estudié en Harvard, pero estudié en el colegio Champagnat, de Popayán, la primaria, después de que nos volaron la casa en dos oportunidades por las situaciones de violencia que en ese momento se presentaban en el Cauca y que al resto de Colombia poco le importaban, mi mamá tomó la determinación de que era necesario trasladarnos a Bogotá. Terminé estudiando en el Colegio Gimnasio Campestre.
Me siento muy orgulloso de mi origen, sobre todo estudiando en el Cauca donde uno tiene una gran ventaja. Estudiamos en las mismas aulas el hijo del Gobernador y el hijo del obrero que recoge las basuras de la calle. Eso hace que uno tenga un poco más de sensibilidad social.
Mantendré la humildad y estaré muy conectado con la gente para buscarle soluciones a los más necesitados, en este gobierno que ha hecho tanto por lo social.
¿Es evidente que usted llega al ministerio con un gobierno en caída vertical en su popularidad?
Siempre el último año es el más difícil para un gobierno por muchas razones. Dicen que el primer año es del gobierno, el segundo año es compartido, el tercero -que ya se acabó- del congreso, y el cuarto no es de nadie. Me toca en este que no es de nadie. Los parlamentarios están dedicados a sus regiones, a buscar su reelección. Este año es el más duro para sacar un proyecto de ley en el congreso, sea cual sea.
¿Por qué han brotado hoy todas las protestas sociales?
Porque antes salían a la esquina y les zampaban un bolillazo. Este gobierno entienda las protestas, muchas veces justificadas, legítimas.
Sin embargo, hay “colados”. Unos sectores que sólo buscan votos y unos más peligrosos, delincuentes, fascinerosos, que generan el caos. Contra éstos últimos se sentirá todo el peso de la ley.
A propósito de bolillo, ¿se revisó la actuación del Esmad en el departamento de Boyacá?
El mismo general Palomino (director de la Policía Nacional) ha informado que no solamente empezó un proceso disciplinario interno, sino que se realizaron las denuncias correspondientes. No justifico ninguna de esas acciones y contra quienes hayan cometido abusos caerá todo el peso de la Ley.
Pero también quiero destacar lo duro que es ser miembro del Esmad y el empeño que tienen fuerzas insurgentes para desprestigiar a la fuerza pública, situación que no vamos a permitir.
Si no estuviera el Esmad habría que enfrentar a la población civil con una fuerza pública con armas que no utiliza el Esmad. Mienten quienes dicen que el Esmad disparó. El Esmad no tiene armas para disparar, lo único que tiene es el uniforme y lo único que hace es tratar de reabrir y recuperar el espacio público.
"La mermelada oficial" no existe
Jue, 12/09/2013 - 07:42
El nuevo ministro del Interior, Aurelio Iragorri Valencia (quien viene de la Secretaría General de Palacio), niega que este gobierno se haya especializado en esparcir “la mermelada” de puestos y