
Un grupo de accionistas tomó la decisión de demandar a la red social Facebook y a los bancos encargados de vender sus acciones, como el Banco Morgan Stanley. A los compradores no se les informó que las acciones adquiridas crecerían lentamente. Según ellos, solo se le entregó información detallada a los inversionistas preferenciales. La acción ha llegado a costar 30 dólares, muy por debajo de su precio inicial que fue de 38 dólares.