
El presidente Gustavo Petro se pronunció tras el secuestro de 45 militares del Ejército Nacional en zona rural del municipio de El Tambo, Cauca, donde comunidades locales retuvieron a los uniformados e impidieron el desarrollo de operaciones militares.
A través de su cuenta en la red social X, el mandatario envió un mensaje directo al campesinado del Cañón del Micay, una región marcada por la presencia de grupos armados y cultivos ilícitos. “El campesinado del Micay sabe que es hora de empezar la sustitución de cultivos de manera pacífica”, expresó el jefe de Estado, subrayando que este es el momento de emprender un cambio que reduzca la dependencia de economías ilegales.
En su declaración, Petro también pidió la liberación inmediata de los militares retenidos: “Es la oportunidad. Dejen los soldados libres, pueden ser sus hijos. Los hijos de Colombia deben abrazarse y sobrevivir a sus padres”.
El mandatario recalcó que una comisión de diálogo ya se encuentra lista para iniciar conversaciones en el territorio y garantizar la liberación del personal militar en el menor tiempo posible.
De acuerdo con la información preliminar de las Fuerzas Militares, los uniformados retenidos son oficiales, suboficiales y soldados de la Fuerza de Despliegue Rápido Número 4 (FUDRA 4), quienes fueron abordados por integrantes de la comunidad. Según las autoridades, esta acción habría sido instrumentalizada por la estructura Carlos Patiño, una facción de las disidencias de las Farc que opera bajo el mando de alias ‘Iván Mordisco’.
El Ejército calificó lo ocurrido como un delito de secuestro y una grave violación de los derechos constitucionales. Además, anunció que interpondrá las denuncias correspondientes ante las autoridades judiciales para que se adelanten las investigaciones pertinentes.
La situación revive la preocupación por la seguridad en el Cauca, uno de los departamentos más afectados por la violencia en Colombia. En esta región confluyen disputas entre grupos armados ilegales por el control de corredores estratégicos para el narcotráfico y otras economías ilícitas, lo que ha generado múltiples crisis humanitarias.
Cabe recordar que este hecho se suma al ocurrido en junio pasado, cuando 57 militares fueron secuestrados en una asonada en el Cañón del Micay, también en jurisdicción de El Tambo. Posteriormente, los uniformados fueron rescatados en una operación militar.