
El excanciller Álvaro Leyva Durán trasladó a la justicia de Estados Unidos una denuncia contra el presidente Gustavo Petro y el periodista español Juan Diego Quesada, a quienes señala de fabricar una supuesta conspiración en su contra.
La acusación surge por un audio en el que se le escucha presuntamente buscando apoyo de Donald Trump para tumbar al mandatario colombiano, material que, según Leyva, “no es original ni íntegro, fue editado caprichosamente para difundirse con un sentido totalmente acomodado”.
En su denuncia, Leyva asegura que se trató de una maniobra para vincularlo con un plan de golpe de Estado y que incluso se habrían involucrado “servidores norteamericanos y terceros nacionales” en esa supuesta trama. Además, responsabilizó a Quesada de comprometer a un medio internacional con lo que califica como una fabricación de hechos para desprestigiarlo.
El trasfondo del caso es de alto voltaje político y jurídico: mientras desde el gobierno Petro se lo ha señalado de promover maniobras contra el presidente, Leyva contraataca acusando a Petro de usar un audio manipulado para presentarlo como golpista.
Lea también: Petro acusa a Leyva y a “aliados golpistas” de preparar denuncia en EE. UU.
El choque no se limita a Colombia: al acudir a la Fiscalía de EE. UU., el excanciller proyecta la disputa al escenario internacional, buscando que el litigio tenga eco más allá de la política local.
La denuncia abre un nuevo capítulo en la crisis política colombiana: lo que pudo ser un episodio limitado a grabaciones y filtraciones ahora escala al plano judicial en Washington, con potenciales repercusiones diplomáticas. Más que una discusión técnica sobre la autenticidad de un audio, el caso muestra cómo las luchas de poder en Bogotá se están internacionalizando, y cómo los nombres de Petro, Trump y Leyva terminan conectados en un mismo relato de conspiraciones, denuncias y deslegitimación política.