El complejo industrial de Haceb, ubicado en Copacabana, y todo el mundo empresarial antioqueño amanecieron de luto. El 27 de octubre de 2025, a los 106 años, falleció José María Acevedo Alzate, el fundador de una de las compañías más queridas por los colombianos y símbolo del progreso paisa: Industrias Haceb.
Su partida no solo marca el fin de una era, sino también el cierre de un ciclo que comenzó hace más de ocho décadas, cuando un joven con un alicate y un destornillador decidió desafiar las limitaciones de su tiempo.
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Un taller, un sueño y 90 pesos
Acevedo nació el 2 de agosto de 1919 en Medellín, en el seno de una familia humilde. Solo cursó hasta quinto de primaria, pero su curiosidad lo llevó a estudiar electricidad por correspondencia a los 16 años. En 1940, con 21 años, abrió un pequeño taller en el centro de Medellín dedicado a reparar fogones y parrillas eléctricas.
Con una inversión de apenas 90 pesos y el apoyo de dos trabajadores, aquel modesto negocio fue el primer paso de una historia industrial que cambiaría el rumbo del país. “Veintiún años, 25 metros cuadrados, un alicate y dos destornilladores fueron suficientes para poner a caminar esta gran industria”, recordó Haceb en su comunicado.
De un garaje a una industria presente en 27 países
Durante los primeros años, Acevedo fue mensajero, aprendiz y reparador. Pero su ingenio técnico lo llevó a fabricar sus propias piezas. En 1955, dio un giro decisivo: pasó de reparar a fabricar electrodomésticos, consolidando así una empresa familiar que pronto adoptaría el nombre de Industrias Haceb, en 1962.
Desde entonces, la marca se convirtió en sinónimo de calidad y orgullo antioqueño, con presencia en 27 países, incluidos Estados Unidos, México y Ecuador. Hoy, Haceb genera $1,33 billones en ingresos y $52.667 millones en utilidades, según cifras de la Superintendencia de Sociedades (2024).
En su megaplanta de Copacabana, la empresa produce neveras, estufas, lavadoras, aires acondicionados y calentadores, además de ofrecer servicios técnicos y repuestos originales. Más de 2.500 empleados dan vida al legado de quien soñó con una industria al servicio del bienestar colombiano.
Un líder sencillo y cercano
Hasta hace apenas tres años, don José seguía llegando puntualmente a las 8:00 a.m. a la planta, conduciendo su famoso Renault 4 blanco sin puertas. Recorría los pasillos saludando a sus trabajadores, compartiendo ideas y revisando procesos. Su lema lo acompañó toda la vida:
“Cuando uno no tiene la oportunidad de estudiar, queda condenado a estudiar toda la vida.”
Esa filosofía moldeó la cultura Haceb: una empresa basada en la educación continua, la innovación y el trabajo en equipo.
El legado que perdura
En un comunicado oficial, Haceb expresó:
“Con inmensa tristeza informamos el fallecimiento de nuestro fundador, don José María Acevedo Alzate. Su propósito de generar bienestar y progreso a millones de colombianos permanecerá para siempre.”
Las reacciones no se hicieron esperar. El alcalde Federico Gutiérrez escribió:
“Un símbolo del trabajo, la disciplina y el amor por Antioquia y Colombia. Deja una huella inmensa.”
Mientras tanto, Fenalco Antioquia lo recordó como un ejemplo eterno de constancia y tesón.
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Haceb, símbolo del progreso colombiano
Con 85 años de historia, Haceb se mantiene como una de las marcas más sólidas y queridas del país. La vida de José María Acevedo es la historia de un hombre que, con trabajo y fe en la innovación, convirtió un taller artesanal en una empresa de talla internacional.
Su legado no se mide solo en cifras, sino en el impacto que dejó en cada hogar donde un electrodoméstico lleva orgullosamente el sello Hecho en Colombia.
