El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, confirmó este martes 20 de agosto que el gobierno implementará un aumento en el precio del diésel, como parte de una serie de medidas destinadas a combatir la inflación en Colombia. Este ajuste, que ya había sido anunciado preliminarmente en julio durante una reunión con el gremio de los transportadores, se alinea con las recientes políticas económicas del gobierno para enfrentar los desafíos fiscales del país.
Bonilla indicó que el incremento en el valor del diésel será significativo, con una proyección de aumento de 3.000 pesos por galón en 2024, seguido de un ajuste adicional de 3.000 pesos en 2025. En sus declaraciones, el ministro subrayó que esta medida será una de las más impopulares adoptadas por el gobierno, pero consideró que es una decisión necesaria para abordar la inflación.
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“Entonces hay una inflación imaginaria que solo se puede resolver con el mundo real. Tendremos que ajustar el precio del diésel. Y será la próxima medida que tiene que tomar impopular este Gobierno. Y de paso estudio anunciando que hay que tomarla, y que no va a haber acuerdo,” expresó Bonilla, enfatizando que el ajuste se realizará sin la necesidad de consensos adicionales.
El contralor general de la República, Carlos Hernán Rodríguez, respaldó la medida al confirmar que la eliminación del subsidio a la gasolina, aunque podría llevar a un aumento en los precios a corto plazo, es crucial para garantizar la sostenibilidad fiscal del país. Rodríguez argumentó que la medida es esencial para mantener el equilibrio en las finanzas públicas, a pesar de las posibles repercusiones inmediatas en el costo de vida.
Por su parte, la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) y el Banco de la República también apoyaron las medidas anunciadas, destacando que la política monetaria del gobierno está orientada hacia el crecimiento económico sostenido. Según estas entidades, la aplicación de tasas de interés bajas durante un período prolongado es fundamental para alcanzar un crecimiento económico robusto y estable.
La decisión del gobierno de aumentar el precio del diésel refleja un enfoque más amplio para manejar la inflación y asegurar la estabilidad fiscal a largo plazo. A medida que se implementen estas medidas, se anticipa que el impacto en los precios y en el costo de vida será monitoreado de cerca por tanto los ciudadanos como los analistas económicos.
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El aumento en el precio del diésel se suma a un conjunto de políticas diseñadas para enfrentar los retos económicos del país, y su efectividad en la reducción de la inflación y en la estabilidad fiscal será objeto de análisis en los meses venideros.
